GUÍA PARA CONVERTIRTE EN UN SUBASTADOR PROFESIONAL

Hoy en día no hace falta ser un coleccionista de arte para montar una subasta. Con el software apropiado y la dedicación necesaria, cualquiera puede tener su propia página web de subastas. ¿Quieres saber cómo? Aquí te dejamos una sencilla guía

 

Tu ecommerce pierde dinero

Cuando pensamos en el mundo de las subastas generalmente nos vienen a la mente grandes salas repletas de obras de artes, un subastador con su martillo (así se llama la maza que usan para adjudicar la subasta), y cientos de personas alzando carteles con jugosas sumas de dinero. Tal vez el mundo de las subastas era así hasta hace poco, pero sin duda la revolución online ha llegado al sector y ahora no hace falta ser coleccionista de arte para montar una subasta. Con el software apropiado y la dedicación necesaria, cualquiera puede tener su propia página web de subastas y echar a rodar un negocio perfecto.

Lo primero que tienes que plantearte una vez que te has decidido a crear una subasta, es qué tipo de productos vas a vender, porque esa es la verdadera clave del éxito. Obviamente tiene que ser un bien escaso, ya que si pretendes que la gente puje por unos guantes de lana que podrían encontrar en cualquier tienda de la esquina, es mejor que dediques tu tiempo a otra cosa. El bien a subastar tiene que ser un artículo difícil de encontrar, esto le dará valor por sí mismo.

Otro aspecto clave es que sea distintivo o que posea algo que lo haga valioso a los ojos de los posibles compradores. Seguimos con el ejemplo anterior y retomamos nuestros guantes de lana, que ciertamente son únicos porque los confeccionaste tú mismo en tu primera clase de ganchillo, pero será muy difícil que alguien los considere valiosos. Ahora bien si se trata de unos guantes de lana firmados por la diseñadora Carolina Herrera, entonces la historia cambia.

Por último debes considerar dirigir tus subastas hacía un público objetivo determinado: coleccionistas de comic, deportistas, amantes de la filatelia, de la moda… así te será mucho más fácil tener éxito.

Otra decisión importante es pensar en el tipo de subasta que vas a efectuar. Hay muchas posibilidades pero las más comunes son estas:

  • Subasta Inglesa: la tradicional de toda la vida. Se abre la subasta con un precio base y se van aceptando pujas al alza hasta que nadie más supere la última oferta, que por consiguiente será la ganadora.
  • Subasta Holandesa: también conocida como descendente. En este caso se parte de un precio elevado y el subastador lo va bajando progresivamente hasta que alguien acepta la cantidad y se convierte en el ganador del lote o producto.
  • Subasta Inversa o a la baja: la última tendencia y que está arrasando en la red. Pon el precio de salida para tu artículo y todos los interesados realizarán su puja a la baja sin conocer la cantidad que cada uno de sus oponentes está dispuesto a pagar. Cuando se cierra la puja, si el subastador está conforme con alguna de las ofertas recibidas, adjudicará el producto.

 

Por último sólo te queda decidir cuál será tu papel en las subastas ya que tienes dos opciones: que en tu web sólo haya un único vendedor, es decir tú, o que sea usada como plataforma para que otros vendedores puedan ofrecer sus artículos en subastas organizadas por ti.

En cualquier caso y decidas lo que decidas, recuerda que lo más importante es contar con una herramienta web potente que te permita dar forma a todas tus subastas. ¡Buena suerte!