Internet gana cada vez más la batalla de la comunicación entre personas pero también entre empresas. Este nuevo canal ha alterado radicalmente las relaciones humanas y profesionales, y si en estos ámbitos ha dejado una huella tan profunda, cómo no lo va h
Internet gana cada vez más la batalla de la comunicación entre personas pero también entre empresas. Este nuevo canal ha alterado radicalmente las relaciones humanas y profesionales, y si en estos ámbitos ha dejado una huella tan profunda, cómo no lo va hacer también en los mercados de compra-venta?
Así pues, el comercio electrónico ha revolucionado la manera de entender el comercio tal como lo conocíamos desde hace más de 150.000 años, cuando nuestros antepasados prehistóricos empezaron a cambiar bienes y servicios.
En el nuevo mundo de Internet ganan importancia los stocks, la conexión con el comprador y la facilidad y seguridad de hacer llegar esos bienes al destinatario que los ha adquirido. Hay productos de todo tipo, gusto y color, la escasez desaparece, pero aparece un nuevo problema casi desconocido hasta la fecha: la saturación de información. Hay cantidades tan variadas de productos que el consumidor final ni siquiera los conoce a todos y, a menudo, adquiere al mismo tiempo que ignora productos mejores, más baratos y más óptimos para su necesidad, por lo cuál, pierde potencial de eficiencia.
Frente a este panorama debemos ser muy meticuloso para usar a la perfección las herramientas que la misma Internet nos pone al alcance de la mano. Nos jugamos triunfar o fracasar, así de simple.
Ahora, como empresarios y/o usuarios nos planteamos la pregunta del millón: es mejor Facebook o Twitter?
La verdad es que las diferencias entre ambos mundos son importantes. Tanto, que los hace absolutamente complementarios entre ellos, ya que nos permiten llegar a públicos diferentes y con diferente mensaje. Seguramente, como todo el mundo, nuestro negocio tendrá personas que le sigan tanto en Facebook como en Twitter...pero buscan lo mismo en ambos sitios? Seguramente no.
Para empezar, los "costes" de establecer contacto en uno y otro son diferentes. El contacto en Facebook implica un mayor "coste" en la medida que el usuario debe abrir su perfil e información personal a su contacto. Y eso, cuando se trata de relaciones persona-negocio, a veces es complicado. Por contra, Twitter es un entorno mucho más controlado en lo que se refiere a la información dada, con lo que el coste de establecer contacto es menor. Es más fácil hacer un "seguir" que aceptar una invitación de amistad o un "me gusta".
Probablemente, como los "costes" no son los mismos, tampoco lo son los "beneficios" esperados. Generalmente, se espera más de nuestra actuación en Facebook, ya que el entorno genera y ofrece mayores oportunidades de ser creativos e innovadores y, además, también establece una mínima relación de confianza que hay que mimar. Twitter limita nuestro campo de actuación a 140 carácteres. Es por ello que la estrategia debe ser de muchísimo más valor añadido, en la medida que debemos conseguirlo todo en ese pequeño espacio y, además, generar viralidad. Si lo conseguimos, el poder de replicación de Twitter supera al de Facebook.
Desde un punto de vista estrictamente comercial, los mensajes que podemos transmitir también son diferentes y vienen marcados por la inmediatez. Facebook se presta más a una acción comercial continuada, más semejante a la tradicional de ir plantando la semilla hasta que germine. Twitter, por contra, se define por la inmediatez. La agresividad, bien entendida, e su elemento clave. Pero ojo! Debemos estar preparados para poder responder también de inmediato. Sino, los resultados pueden ser demoledores.
Así que...Facebook o Twitter? Viendo esto, seguramente la pregunta está mal formulada y debería ser...Facebook y Twitter. Cómo lo hacemos?