Puede que este no sea el objetivo de tu web, porque lo que realmente persigues son ventas, suscripciones o visitas… pero tienes que tener algo en cuenta: si no trabajas la "usabilidad" de tu página jamás conseguirás tu objetivo.
Ahora toca la pregunta obligada, ¿qué queremos decir con “usabilidad web”? Muy sencillo, cuando hablamos de la “usabilidad” de una web nos estamos refiriendo a la capacidad de una página para proporcionar una buena experiencia al usuario, y de conseguir que este se sienta cómodo navegando por ella. Porque no nos engañemos, si alguien no está “a gusto” en un lugar, lo más probable es que se marche.Y esto es lo que nosotros queremos evitar a toda costa, que nuestros usuarios abandonen nuestra web sin haber realizado una acción valiosa para nosotros (compra, subscripción…) ¿Y que podemos hacer para evitar semejante drama? No te preocupes, aquí te dejamos 4 sencillos pasos para que trabajes la usabilidad de tu web y la conviertas en un destino acogedor.
1. Pon las cosas claras y sencillas
O lo que es lo mismo, deja bien claro que es lo que va a pasar cada vez que un usuario haga clic en un botón, siga un enlace o realice cualquier otra acción… no hay nada más desesperante que seguir un enlace que te saca fuera de la web, o hacer clic en un botón que te refresca la pantalla justo cuando estabas terminando de rellenar ese fastidioso formulario.
Otro aspecto a cuidar en este sentido es el diseño. Puede que pienses que la originalidad y un diseño rompedor son un plus, pero si esto “desorienta” al usuario y hace que tenga que buscar por todos lados donde está el menú de inicio o dónde el carrito, acabará por desesperarse y navegará hacia aguas menos turbulentas. Piensa que el diseño debe ser atractivo, pero sobre todo tiene que hacerle la vida fácil al usuario.
Y otra cosa igual de importante: lo bueno, si es breve, dos veces bueno. No marees a tu visitante con formularios interminables para poder suscribirse a tu newsletter, comprar algo o pedirte información… cuando vea que tu formulario tiene más apartados que los necesarios para pedir una hipoteca, saldrá despavorido de tu web.
2. Rápida como el viento
Así debe cargar tu página web si no quieres que el público se desespere y pase a otra cosa. Ten en cuenta que las imágenes y el diseño pueden ser muy bonitos pero si necesitan más de 10 segundos para cargarse probablemente cuando terminen ya no habrá nadie al otro lado de la pantalla.
3. Be “Responsive”
O lo que es lo mismo, tu web debe visualizarse y cargar PERFECTAMENTE desde cualquier dispositivo. No importa si el usuario está usando un ordenador, tablet o smartphone, tu página debe ser capaz de adaptarse a todos ellos. Piensa que un porcentaje cada vez más importante de ventas online se realizan a través del teléfono y no puedes permitirte el lujo de perderlas sólo porque escogiste un diseño súper mono, pero que no carga bien desde un móvil.
4. Evolución continua
Tu página web está viva y como tal debes de alimentarla y cuidarla para mantenerla siempre activa. Es un error pensar que una vez que tengas una web nunca más tendrás que “tocarla”. Las modas, tendencias y sobre todo la tecnología evolucionan día a día, y lo que hoy es una web atractiva y rentable, mañana puede considerarse “vintage”. Piensa en lo modernas que eran las web de “Flash” en su momento, y la imposibilidad de verlas ahora desde dispositivos móviles.
Hasta aquí nuestra guía de hoy, no nos despedimos sin antes aconsejarte que si tienes alguna duda acerca de cómo hacer de tu página una web “usable”, lo mejor que puedes hacer es consultar con un experto.
Imágenes by www.freepik.com